La obesidad es tener demasiada grasa corporal. Los niños obesos pesan más de lo que es saludable para su tipo de cuerpo. La obesidad aumenta el riesgo de su hijo de tener una salud deficiente y contraer enfermedades, lo cual incluye:
El sobrepeso puede hacer que su hijo se sienta cohibido por su apariencia, que sea objeto de burla o víctima de hostigamiento. Los niños con sobrepeso tienen un mayor riesgo de sufrir depresión y abusar de sustancias. A veces, la presión de los padres y de otros adultos para que bajen de peso provoca que los niños reaccionen de manera exagerada. Pueden pensar demasiado en el tema del peso y crean el marco para un trastorno de la alimentación.
Otro problema es que los niños con sobrepeso se transforman con frecuencia en adultos con sobrepeso.
Hay varios factores que pueden causar obesidad.
Aumentar mucho de peso es el primer signo de que su hijo está en riesgo de sufrir obesidad. Puede notar que la ropa de su hijo comienza a quedarle demasiado apretada. A medida que un niño aumenta de peso, él o ella pueden tener síntomas causados por la obesidad. Estos síntomas incluyen:
La obesidad aumenta el riesgo de que su hijo tenga problemas de salud en la adultez, como enfermedades de la vesícula biliar, cardíacas o hepáticas.
El profesional médico le hará preguntas acerca de los síntomas de su hijo y lo examinará. Le hará preguntas acerca de los antecedentes médicos, los hábitos alimenticios y de ejercicio de su hijo. Se le pueden realizar análisis de sangre a su hijo para la detección de problemas hormonales.
El profesional médico controlará la altura y el peso de su hijo comparándolos con las tablas de crecimiento estándar. El índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés) se utiliza en niños y adolecentes de 2 a 20 años. Estas tablas de crecimiento, una para varones y otra para mujeres, ayudan a controlar el peso a través de los años de crecimiento. El índice de masa corporal (IMC) muestra de forma exacta si el peso de su hijo es insuficiente, normal o excesivo. El IMC de su hijo se compara con el de miles de niños de la misma edad. Esta comparación mostrará en qué percentil de IMC se encuentra su hijo. Se considera sobrepeso cuando el peso es mayor que el 85% del IMC para la edad de su hijo. Se considera obesidad cuando el peso es mayor que el 95% del IMC para la edad de su hijo.
El profesional médico puede decirle si su hijo tiene mayor riesgo de padecer problemas de salud debido al peso. El profesional médico puede ayudar a encontrar un programa de pérdida de peso que sea adecuado para su hijo.
El tratamiento para la obesidad incluirá cambios en el estilo de vida. Los nutricionistas y profesionales de la salud pueden ayudar a diseñar programas de pérdida de peso seguros, sanos y efectivos para su hijo.
Dieta saludable
En general, un plan alimenticio saludable para perder peso tiene las siguientes características:
Ejercicio
El ejercicio es una parte muy importante de un programa de pérdida de peso efectivo. Casi cualquier actividad que incluya ejercicio leve a moderado es buena. Su hijo puede elegir caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta o hacer aeróbicos. Caminar es una buena manera de hacer más ejercicio casi para todas las personas. Utilizar un podómetro puede ser divertido y motivador. Un podómetro es un dispositivo que se sujeta a la ropa y registra la cantidad de pasos que su hijo da en un día.
El entrenamiento de fuerza incrementará la fortaleza de los músculos de su hijo y le permitirá trabajar más tiempo sin sentir cansancio. El entrenamiento de fuerza, o entrenamiento con pesas, significa hacer ejercicios que permitan fortalecer los músculos. Para fortalecer los músculos, su hijo puede levantar pesas libres, utilizar máquinas con pesas, utilizar bandas de resistencia o utilizar su propio peso corporal; por ejemplo, hacer lagartijas, flexiones y sentadillas. Antes de que su hijo comience un programa de entrenamiento de fuerza, consulte con su profesional médico.
Consulte a su profesional médico el tipo y la cantidad de ejercicio que puede ser aconsejable para su hijo.
Emociones
Algunos niños comen como una forma de afrontar los problemas emocionales. Si su hijo tiene problemas de estrés, depresión o ansiedad, el profesional médico puede derivarlo a un terapeuta. Su hijo necesita aprender cómo manejar los problemas emocionales para completar satisfactoriamente un programa de pérdida de peso.
Medicamentos
Si los desequilibrios hormonales están contribuyendo a un exceso de peso, el profesional médico puede recetar medicamentos para tratar el desequilibrio.
Se ha argumentado que algunos productos dietéticos y hierbas medicinales ayudan a perder peso. Muchas de estas afirmaciones no son ciertas. Algunos complementos pueden tener efectos colaterales graves. Hable con el profesional médico antes de permitir que su hijo los consuma.
Generalmente los padres no creen que su hijo tiene sobrepeso. Incluso si se dan cuenta de que su hijo pesa más que otros niños, los padres tienden a pensar que el niño simplemente podrá adelgazar. Sin embargo, si un niño tiene sobrepeso, con frecuencia se debe a que tiene malos hábitos de alimentación y ejercicio. No hay posibilidad de modificar estos hábitos a menos que los padres comiencen a ocuparse.
Hacer cambios saludables en el estilo de vida como familia ayuda a todos. Haga uno o dos cambios por vez y deje que los niños se adapten. Hacer grandes cambios en dietas o en el estilo de vida no es fácil. A veces, solamente eliminar las bebidas endulzadas y comenzar un programa de ejercicios será suficiente para ayudar a que su hijo pierda peso.
Algunos consejos para ayudar a su hijo: